Inspección obligatoria del gas y revisión periódica de la caldera

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La inspección periódica del gas y la revisión de la caldera son dos trámites obligatorios que garantizan que la instalación funciona de forma segura. El cliente es el responsable de que su instalación pase ambas revisiones, por lo que es importante que sepa cuánto cuestan y cada cuánto tiene que realizarlas.

Inspección gas natural

¿Qué es la inspección periódica del gas?

La inspección periódica del gas es una revisión obligatoria con la que se acredita que la instalación de gas y todos sus elementos son seguros y está en las condiciones óptimas para su funcionamiento.

Los aspectos que se revisan son los siguientes:

  • Estado del contador interno.
  • Tuberías y llaves que transportan el gas.
  • Gomas y juntas que sellan la instalación.
  • Conexiones de los aparatos a la instalación de gas.
  • Condiciones de ventilación de las habitaciones en las que están instalados los aparatos de gas.
  • Combustión de vitrocerámicas, calderas y calentadores.

Durante la inspección también se comprueba que el espacio en el que están ubicados los aparatos tiene la suficiente ventilación para que, en caso de fuga, el usuario pueda evitar la acumulación de gas en el interior del habitáculo.

Existen dos tipos de inspecciones periódicas del gas: la revisión de la Instalación Receptora Individual (IRI) y la de la Instalación Receptora Común (IRC). Ambas se realizan cada cinco años, aunque no tienen por qué llevarse a cabo al mismo tiempo.

 Inspección de la Instalación Receptora Individual:

Se lleva a cabo dentro de la vivienda, ya que consiste en la revisión de la instalación de gas desde el contador hasta los aparatos de gas que hay instalados en el domicilio. En el caso de tratarse de una vivienda unifamiliar, la revisión comienza en la llave de la acometida, en el exterior de la misma.

 Inspección de la Instalación Receptora Común:

Consiste en la inspección de la instalación de gas de una comunidad de vecinos. Se revisan los elementos y tuberías que van desde la red de distribución hasta la instalación de gas de cada una de las viviendas del edificio.

¿Cada cuánto tiempo hay que pasar la revisión de la instalación del gas?

El Real Decreto 984/2015 establece que en todo el territorio español es obligatorio realizar la revisión de la instalación del gas cada cinco años. Desde el año 2016 esta normativa se aplica también en el País Vasco que, anteriormente fijaba que las inspecciones se debían pasar cada cuatro años.

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Incumplir con la obligación de pasar la inspección del gas es sancionable, y las comunidades autónomas pueden tomar medidas contra quienes no cumplen con el Real Decreto:

  • El órgano competente de cada comunidad puede cortar el suministro de gas al infractor.
  • El usuario puede ser sancionado económicamente con multas que ascienden hasta los 60.000 euros en los casos más graves.

La normativa establece que esta inspección ha de pasarse cada lustro, aunque existen otros casos en los que es obligatorio pasar esta revisión:

 Cuando se realiza la acometida del gas natural: De esta forma, se acredita que la instalación se ha hecho correctamente y puede funcionar de manera segura.

 Cuando se llevan a cabo modificaciones en la instalación de gas: Es obligatorio dejar constancia de estos cambios y pasar la inspección para garantizar que se hicieron adecuadamente.

¿Quién lleva a cabo la inspección periódica del gas?

La inspección periódica del gas siempre ha de llevarla a cabo un técnico autorizado que deberá estar en posesión de un carné que lo acredite. En ningún caso podrá realizarla un particular no autorizado, ni mucho menos el propio usuario.

Aunque el responsable final de que las inspecciones se lleven a cabo es el consumidor, la distribuidora de gas es la encargada de avisarle con al menos tres meses de antelación de que la fecha de la inspección se acerca.

  • ¿Quién puede realizar la inspección obligatoria del gas?
  • Personal de la comercializadora
  • Una empresa o profesional autorizado elegido por el cliente
  • Un técnico de la propia distribuidora, en caso de que el plazo de la inspección ya haya vencido y no haya recibido ninguna notificación de que se haya realizado.

En el caso de que el cliente opte por que sea la distribuidora la que realice la inspección, esta se pondrá en contacto con él cinco días antes de la fecha fijada. De esta manera, si el cliente no puede atender al técnico se puede acordar una nueva cita para otro día.

Tener contratado un servicio de mantenimiento no exime de la obligatoriedad de pasar la Inspección Periódica Obligatoria de la instalación del gas.

Muchos servicios de mantenimiento cubren las inspecciones y revisiones obligatorias, sin embargo, otros solo incluyen en su cobertura las revisiones preventivas. Estas últimas suelen tener una periodicidad anual y si bien comprueban el funcionamiento de la instalación, no sustituyen a la inspección periódica obligatoria.

¿Quién tiene que pagar la revisión de la instalación de gas obligatoria?

La inspección de la instalación del gas tiene un coste que ha de abonar el titular del contrato. Si se trata, por ejemplo, del inquilino de un piso de alquiler y el contrato del gas está a su nombre, deberá hacerse cargo del precio de la revisión.

El precio de este trámite depende de varios factores:

  1. De la comunidad autónoma en la que se realice.
  2. De si se contrata a una empresa autorizada o la realiza la distribuidora.
  3. De si se trata de una instalación individual de gas (una vivienda) o de la instalación que conecta la red general de gas natural con un inmueble.
  4. De si el cliente tiene un servicio de mantenimiento que cubra el coste de la inspección.

En líneas generales, el precio de la inspección obligatoria del gas varía entre los 31 y los 43 euros (IVA incluído) para consumidores de gas natural. En el caso de consumidores de GLP, el precio de la inspección se sitúa entre los 31 y los 78 euros.

A estos conceptos hay que sumar unos gastos de gestión de 15,49€, que son comunes para todas las inspecciones.

Lo más conveniente es que antes de contratar a una empresa o profesional autorizado, el cliente compare sus precios con los de su distribuidora.

El coste de la inspección obligatoria siempre se abona en la próxima factura del gas. Ni los técnicos ni la distribuidora pueden pedir al cliente que pague en mano los costes de esta revisión.

¿Qué acredita el certificado de la inspección periódica del gas?

El certificado de la inspección periódica del gas es un documento que acredita que la instalación ha superado con éxito la revisión. El certificado contiene la siguiente información:

  1. Descripción de todos los aparatos conectados a la instalación de gas.
  2. Croquis detallado de la instalación.
  3. Confirmación de que todos los elementos han superado las comprobaciones realizadas.

Si el resultado de la inspección obligatoria del gas es favorable, se procederá a la emisión del certificado. Si el cliente no estaba en su domicilio en la fecha de la inspección, el resultado será ‘Ausente’ y se deberá concretar una nueva cita. Si es desfavorable, se señalaron las deficiencias encontradas y se subsanarán:

  • Leves: Son deficiencias que no impiden el funcionamiento de la instalación del gas. El usuario tiene 15 días para corregirlas y solicitar una nueva inspección.
  • Graves: No suponen un peligro pero sí impiden que la instalación funcione normalmente.
  • Muy graves: Suponen un peligro para la seguridad de los usuarios o el medioambiente.

Si el revisor detecta anomalías graves o muy graves, precintará la instalación hasta que se corrijan y se pueda emitir un nuevo certificado favorable.

En el caso de que se detecten deficiencias muy graves o de que el usuario no permita a los técnicos llevar a cabo la inspección, las autoridades competentes de su comunidad autónoma podrán proceder a interrumpir su suministro de gas.

Si no existe peligro inminente este corte en el suministro puede ser notificado por carta, pero sí se detectan riesgos para la integridad de las personas puede realizarse de inmediato y sin previo aviso.

Para recuperar el suministro, el usuario debe seguir una serie de pasos que se enumeran a continuación:

 Corregir las anomalías detectadas en la inspección, en caso de que se hayan encontrado.

 Solicitar la reconexión del suministro. En caso de que la interrupción del gas se haya debido a una negligencia imputable al cliente, será este el que deba abonar los gastos de desconexión, que equivalen al doble de los derechos de enganche vigentes. Si la responsabilidad del corte no es del usuario, es la distribuidora la que se hace cargo de la distribuidora.

 Llevar a cabo una nueva inspección periódica obligatoria para verificar que todo está en orden.

¿En qué consiste la revisión de la caldera de gas?

Es importante no confundir la inspección obligatoria del gas con la revisión de la caldera. Ambos son trámites obligatorios para el consumidor, aunque independientes el uno del otro. El propietario de la caldera es quien debe abonar el gasto que supone su revisión.

El usuario es el responsable de solicitar la revisión de la caldera y que esta se realice dentro del plazo.

Por regla general, la revisión de la caldera ha de hacerse cada dos años, si bien la frecuencia de estas revisiones varía en función del tipo de instalación. El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios RITE es el que establece cada cuánto tiempo han de pasarse las revisiones:

  • Cada dos años en caso de tratarse de una caldera de hasta 70 kW, las más comunes en viviendas.
  • Cada año, en caso de estar ubicada en el País Vasco o en caso de ser una caldera de potencia superior a 70 kW.
  • Cada mes, si es una caldera comunitaria
  • Cada cinco años, si el usuario tiene un calentador de hasta 11 litros.

La revisión de la caldera acredita el buen funcionamiento de la misma y ayuda a alargar su vida útil. Estos son algunos de los elementos que se comprueban durante la revisión de la caldera:

  1. Presión y temperatura de la calefacción y el agua caliente.
  2. Estanqueidad de la caldera.
  3. Correcta evacuación de los gases de escape.
  4. Buena ventilación de la habitación en la que se encuentra.
  5. Sustitución de piezas desgastadas o defectuosas.

¿Cuál es le precio de la revisión obligatoria de la caldera?

La revisión obligatoria de la caldera puede llevarla a cabo el servicio técnico oficial de la marca, una empresa autorizada o el servicio de mantenimiento que se tenga contratado con la comercializadora. En función de la opción que el cliente elija, la revisión de la caldera tendrá un precio u otro.

El precio medio de la revisión de la caldera ronda los 100 euros. Este coste será abonado en la próxima factura del gas que emita la comercializadora, nunca en mano.

La responsabilidad de que la revisión de la caldera se pase en plazo es del propio consumidor. Por este motivo, existen numerosas comercializadoras que ofrecen servicios de mantenimiento que incluyen la revisión obligatoria de la caldera. De este modo, el cliente no tiene que estar pendiente de contratar a una empresa o profesional externo ni abonar ningún coste extra por la revisión.

¿Cómo evitar estafas en las revisiones del gas?

Desgraciadamente, existen falsos inspectores del gas o la caldera que se hacen pasar por profesionales solo para estafar a sus víctimas. A menudo, se presentan en las casas sin previo aviso con la excusa de que deben revisar la instalación del gas o alguno de sus elementos.

Para evitar disgustos, el cliente debe tener en cuenta una serie de consejos:

  • ¿Cómo evitar estafas en las revisiones del gas?
  • Los técnicos autorizados deben llevar encima el certificado de instalador.
  • Ni la inspección obligatoria del gas ni la de la caldera se abonan en metálico. El cliente debe desconfiar si el técnico quiere cobrarle en el momento.
  • La distribuidora siempre notificará con antelación y a través de una carta que se acerca la fecha de la revisión. Los técnicos autorizados nunca se presentan sin avisar previamente.

Los revisores no autorizados, además de cobrar grandes cantidades de dinero a sus víctimas, pueden poner en riesgo su seguridad. Solo el personal autorizado debe manipular la caldera o la instalación de gas.