Eficiencia Energética y Responsabilidad Social Corporativa

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Las medidas de eficiencia energética pueden suponer hasta el 60% de ahorro en negocios o empresas, y es que reducir el gasto de energía y mantener el nivel de producción es posible. Te contamos cómo solicitar una auditoría energética, cuánto te costará y qué consejos de ahorro implementar en tu negocio.

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¿Qué es el Índice de Eficiencia Energética?

El Índice de Eficiencia Energética es una escala de 1 a 10 que determina si el consumo de energía realizado en una empresa es eficiente, siendo el 10 la mejor calificación. Para calcular este índice es necesario tener presente distintos factores. Estos son:

 Equipamiento y tecnología: se tiene en cuenta la antigüedad de los aparatos eléctricos y maquinaria de los que dispone la empresa para desarrollar su actividad, su certificación energética y el mantenimiento de los mismos.

 Cultura energética: aquí entra en valor la responsabilidad social corporativa de la empresa o pyme. Si la sociedad mercantil cuenta con unos hábitos que fomentan una mayor eficiencia energética, su imagen corporativa se verá favorecida.

 Control y medición: se tienen en cuenta aquellos sistemas de control y medición de consumo de energía incorporados o llevados a cabo por la empresa.

El grado de eficiencia que marque este índice determinará si la empresa cubre las necesidades energéticas para desarrollar su actividad, utilizando la energía mínima para ello.

¿Qué es una auditoría energética?

Una auditoría energética tiene como propósito conocer cuál es el consumo de energía de un edificio o local, cómo se realiza y cómo puede reducirse. Normalmente, este estudio se realiza en lugares con un alto consumo de energía, donde el ahorro económico que se puede conseguir es muy elevado.

Según establece el Real Decreto 56/2016, las empresas que cuenten con al menos 250 trabajadores o tengan más de 50 millones de facturación anual están obligadas a realizar una auditoría energética cada cuatro años.

El cumplimiento de esta obligación será revisado por el órgano de la comunidad autónoma competente en materia de eficiencia energética. El mismo “llevará a cabo, establecerá y aplicará un sistema de inspección de la realización de las auditorías energéticas”.

Las pequeñas o medianas empresas, pymes, podrán realizar auditorías de carácter voluntario, pero no están obligadas por ley.

Fases de una auditoría energética

Para realizar una auditoría energética, un auditor debe desplazarse al edificio o local concreto y, en una primera fase, reunirse con los responsables de la empresa y obtener todo tipo de información del edificio.

 Obtener datos y planificar objetivos y acciones

En esta primera fase, se realizará una inspección visual para determinar previamente cuál es el estado de las instalaciones del edificio. También se tendrá en cuenta variables como la superficie, horas de apertura, clima de la zona y antigüedad del mismo.

Una vez obtenida toda la información relevante, el auditor energético procederá a planificar las actuaciones que se llevarán a cabo durante todo el proceso. Además, emitirá un informe preliminar con las principales conclusiones de esta primera inspección.

 Medidas experimentales

Una vez realizado el informe preliminar, se llevarán a cabo medidas experimentales para certificar si el uso de la energía podría calificarse como eficiente.

 Diagnóstico

En esta fase, se determina la eficiencia energética del edificio teniendo en cuenta una serie de valores obtenidos durante la fase de medidas experimentales. En definitiva, se trata de determinar si se cumple con la normativa de eficiencia energética.

 Análisis de mejora

Una vez se hayan obtenido los datos sobre el comportamiento y consumo energético del edificio o local, se estudia cómo hacer que sean lo más óptimos posible. Es en esta fase donde se determina la capacidad de ahorro energético de la empresa.

 Propuesta de mejoras y emisión del informe final

El auditor entregará un listado de propuestas para llevar a cabo. Junto a la propuesta debe especificarse el ahorro en términos energético (kWh/año), económico (€/año) y medioambiental (kgCO2/año).

Las acciones reflejadas en el informe podrán ser gratuitas o suponer un coste para el empresario. Además del importe a invertir, en el informe también se podrá contemplar el tiempo de retorno de dicha inversión.

Por último, se entregará al cliente un informe con todos los datos recopilados. Él mismo podrá elegir libremente si aplicar o no todas las propuestas de mejora señaladas en la auditoría energética.

Las empresas que no cumplan la obligación de realizar una auditoría energética cada 4 años pueden enfrentarse a multas de hasta 60.000 €.

¿Qué aspectos se analizan en una auditoría energética?

1. Consumo de energía: este dato se obtiene analizando las distintas facturas energéticas correspondientes a períodos anteriores. Una vez determinado el consumo medio, se hace una comparativa entre el consumo realizado y el consumo calificado como óptimo. Con los resultados de esta comparativa será fácil identificar qué tipo de energía necesita ser estudiada para su mejora.

2. Energía reactiva: es importante determinar si en la instalación eléctrica de una empresa o negocio se produce energía reactiva. Reducir los niveles de este tipo de energía es primordial, ya que interfiere en el correcto funcionamiento de la instalación y, además, puede suponer una penalización económica en la factura eléctrica.

3. Aislamiento: es muy importante contar con un aislamiento de calidad, ya que evitará la pérdida de energía y, por consecuencia, un mayor consumo de la misma.

4. Iluminación: durante el proceso de auditoría se realizará un inventario de todos los equipos lumínicos con los que cuenta la empresa para determinar cuál es su consumo y si este es o no óptimo.

5. Equipos: además de un inventario de equipos lumínicos, también se realizará uno de la maquinaria utilizada, otro de equipos electrónicos (ordenadores y demás aparatos informáticos si los hubiera) y otro de los equipos de climatización y ventilación.

¿Cuánto cuesta una auditoría energética?El precio de una auditoría energética depende directamente del tamaño del edificio y de la complejidad de sus instalaciones.

¿Cómo conseguir el máximo rendimiento energético de tu empresa?

Tras la realización de la auditoría energética, la empresa es libre de seguir o no todas las acciones de mejora para realizar un consumo eficiente. Las acciones de mejora pueden ser de dos tipos:

  • Actuación organizativa: es necesario modificar la manera en la que se utilizan los recursos energéticos para el desarrollo de la actividad económica.
  • Actuación técnica: cambio o sustitución de equipos o maquinaria. Esto conlleva un coste para la empresa, pero la inversión realizada será recuperada gracias al ahorro energético logrado.

Para conseguir un mayor rendimiento energético se debe desarrollar un proceso en el que cada paso es igual de importante que el anterior:

  1. Establecer objetivos de ahorro energético
  2. Planificar las actuaciones que se van a llevar a cabo: qué tipo se van a realizar y cuándo
  3. Puesta en marcha de las medidas establecidas
  4. Proceso de verificación: momento de saber si las medidas adoptadas funcionan y si se han cumplido o no los objetivos propuestos
  5. Estudio de los resultados obtenidos

Las pymes no están obligadas a realizar una auditoría energética de sus instalaciones, pero las más comprometidas con el medio ambiente han desarrollado un sistema de gestión energética. Consiste en desarrollar una serie de actuaciones planificadas cuyo principal fin es reducir el consumo de energía manteniendo el ritmo de producción.

Conseguir el máximo rendimiento energético sólo tiene ventajas para la empresa o pyme. No solo estamos hablando de un menor gasto, sino también del aumento de su competitividad, ya que reduce el consumo de energía pero el nivel de producción se mantien.

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Consejos de ahorro para disminuir el consumo de energía

Tras realizar una auditoría energética, la empresa tiene en su conocimiento cuáles son los aparatos eléctricos o maquinaria que realizan un consumo superior. El empresario tiene la última palabra y debe decidir si implantar o no las acciones de mejoras propuestas en el informe.

Consejos de ahorro en iluminación

Dado que la iluminación supone una parte importante del gasto energético de una empresa, se recomienda utilizar bombillas LED, también denominadas de bajo consumo.

Las luces LED suponen un 80% de ahorro y su vida útil es mayor que la de otras bombillas. Por lo tanto, la empresa conseguirá ahorro energético y ahorro en los procesos de mantenimiento.

Se recomienda incorporar detectores de presencia en aquellas zonas de paso donde los trabajadores no desarrollan su trabajo. La luz solo se encenderá en el momento en que una persona pase por la zona y volverá a apagarse transcurridos unos minutos.

En cuanto a la intensidad de luz, no es necesario contar con la misma intensidad en todas las zonas del edificio. Las zonas de trabajo deben tener una mayor intensidad, pero áreas como pasillos o aseos no requieren la misma intensidad. Para que la intensidad eléctrica no se vea reducida, se recomienda limpiar bombillas y lámparas de manera habitual.

Consejos de ahorro en climatización

Al igual que la iluminación, la climatización supone un porcentaje elevado del gasto energético de una empresa. Por ello, es recomendable contar con un sistema de climatización zonificada, con la que se podrá fijar una temperatura determinada en cada área del edificio o local.

Para que el gasto en climatización no se dispare, la diferencia entre la temperatura interior y exterior no debe ser elevada. La temperatura recomendada para invierno es entre 20 y 21 grados y para verano, entre 25 y 26 grados.

Contar con un buen aislamiento térmico puede suponer un ahorro de hasta el 30% en la factura de luz.

Consejos de ahorro en equipamiento

La principal medida de ahorro en cuanto a equipamiento se refiere es apagar por completo todos los aparatos eléctricos que no se están utilizando. Si los aparatos no se dejan en stand by, el ahorro generado puede superar los 100€ anuales.

Es necesario tener en cuenta el grado de eficiencia energética de cada aparato eléctrico, por eso se recomienda que el equipo informático cuente con una certificación Energy-Star y los electrodomésticos con una etiqueta energética con clasificación ‘A’ (la más eficiente). En definitiva, tecnología eficiente.

Si el equipamiento electrónico es antiguo y no tiene una certificación energética óptima, es importante plantearse la opción de actualizarlo. Esto requiere una inversión, pero será amortizada gracias al ahorro energético conseguido.

Consejos de ahorro en energía reactiva

Todas aquellas empresas con una tarifa 3.0TD en adelante, que cuentan con maquinaria que necesita un motor o transformador para su funcionamiento, puede producir lo que comúnmente se denomina ‘energía fantasma’. Se trata de la energía reactiva.

Este tipo de energía no puede ser utilizada y, además, interfiere en el buen funcionamiento de la red eléctrica. Para evitar que esta se produzca, las empresas pueden incorporar en sus instalaciones las denominadas baterías de condensadores.

El precio de una batería de condensadores depende de distintos factores como son las características de la instalación y la marca o modelo. La inversión realizada por la empresa para incorporar estos elementos se verá amortizada en un plazo máximo de dos años.

Además de todos estos consejos de ahorro, es importante saber que el proceso de mantenimiento tanto de electrodomésticos como de maquinaria es verdaderamente importante. Un correcto mantenimiento evitará gastos innecesarios.

¿Qué ventajas supone ser una empresa eficiente?

Una empresa eficiente puede ver mejorada su reputación, y es que proteger el medio ambiente mientras desarrolla su actividad económica puede suponer una serie de ventajas. Entre ellas:

  • Ahorro económico: el gasto en energía se reduce considerablemente
  • Mejora de los procesos de productividad: la empresa mantiene su ritmo de trabajo y disminuye el consumo energético
  • Aumento de la competitividad: menos gasto y la misma productividad
  • Promueve innovación tecnológica
  • Menor dependencia energética
  • Fomenta la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)
  • Reducción de emisiones de CO2: la huella de carbono de la empresa se verá reducida

¿Qué es el certificado de eficiencia energética?

Desde 2013, toda vivienda o edificio debe contar con un certificado de eficiencia energética. Se trata de un documento necesario a la hora de realizar la venta o alquiler de un edificio o inmueble.

El certificado de eficiencia energética define las características energéticas de un espacio. Para poder realizar el estudio, se calculará la eficiencia energética del edificio teniendo en cuenta factores como la superficie y situación del mismo, instalaciones térmicas y eléctricas y envolvente térmica.

El certificado de eficiencia energética establece una escala de la ‘A’ a la ‘G’, donde la primera supone el mayor grado de eficiencia.

Tras la realización del estudio, el empresario deberá registrar el certificado en el órgano competente de la comunidad autónoma a la que pertenezca la empresa. Una vez realizado este paso, el cliente recibirá una etiqueta energética donde podrá encontrar de manera resumida los principales datos del certificado energético:

  • Datos del edificio
  • Escala de calificación energética
  • Número de registro
  • Fecha de validez

Objetivos de eficiencia energética de la Unión Europea

La Unión Europea ha establecido una serie de medidas de eficiencia energética con el fin de cumplir los objetivos climáticos establecidos para los años 2020, 2030 y 2050. Estas deben ser adoptadas por todos los países europeos sin excepción.

  • Medidas de eficiencia energética para 2020
    • Reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación a 1990)
    • 20% de mejora de la eficiencia energética
    • Al menos un 20% de la energía consumida debe proceder de fuentes renovables
  • Medidas de eficiencia energética para 2030
    • Reducir un 40% la emisión de gases de efecto invernadero (en relación a 1990)
    • Al menos un 32.5% de mejora de la eficiencia energética
    • Al menos un 32% de la energía consumida debe proceder de fuentes renovables
  • Medidas de eficiencia energética para 2050
    • Reducir entre un 80 y un 95% la emisión de gases de efecto invernadero (en relación a 1990)

Los objetivos de eficiencia energética de 2020 están a punto de cumplirse, y es que la Unión Europea ha reducido las emisiones de efecto invernadero en un 23% entre 1990 y 2016.

El principal objetivo de las medidas de eficiencia energética establecidas en el seno de la Unión Europea es mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2ºC.

¿Qué es la responsabilidad social corporativa?

La responsabilidad social corporativa (RSC) hace referencia al compromiso de la empresa o pyme de desarrollar sus actividades reduciendo el impacto que estas puedan generar en el medio ambiente, en sus clientes y en sus empleados. Este concepto nace con el objetivo de mejorar todos los ámbitos que rodean a la sociedad mercantil.

La RSC es de carácter ético y es llevada a cabo de manera voluntaria por cada empresa o pyme. No hay una normativa que obligue al empresario a desarrollar la responsabilidad social corporativa de su negocio.

Desarrollar este tipo de responsabilidad sólo tiene ventajas para la empresa, y es que un negocio eficiente cuenta con unos valores de marca y unos valores éticos muy bien valorados.

¿Todas las empresas o pymes tienen responsabilidad social corporativa?

La respuesta es no. Se trata de un concepto de carácter 100% voluntario que las empresas o pymes pueden desarrollar con el fin de establecer un equilibrio entre la realización de su actividad económica y los efectos que ello pueda tener en distintos ámbitos como el medio ambiente.